Aunque la posibilidad de desdoblamiento que ofrece la Constitución Provincial se presentaba como tentadora, para este gobierno provincial que siempre fue muy agradecido con la gestión de Alberto Fernández esa opción quedó descartada pero no fue hasta último momento, ya que desde septiembre de 2022 especulan con maniobras varias para despegarse de la imagen negativa nacional. La decisión de Fernández de no ir por la reelección llenó al jalilismo de dudas cuando los plazos para despegarse y votar en soledad ya se habían vencido. Algunos opositores, sin embargo, lamentan esa definición: aseguran que la imagen negativa del gobernador es tan alta como la del presidente.

Esta última semana lo apuró la oposición. Con una discusión de bibliotecas jurídicas, los referentes de Juntos por el Cambio amenazaron con denunciar al gobernador Jalil por incumplimiento de los deberes de funcionario público al haber dejado “vencer el plazo” establecido en el cronograma nacional para convocar a las elecciones antes del 15 mayo.

El gobierno ejecutó una respuesta con argumentos relativos a la vigencia de esos plazos, pero el debate no duró mucho más: 24 horas después, Jalil convocó a PASO provinciales en agosto y generales en octubre.

Con esta certeza formal, la oposición tratará de definir la o las listas que presentarán como alternativa entre la media docena de aspirantes a la gobernación. Pero es la interna dentro del justicialismo la que inquieta a Jalil, que hasta ahora sigue sin ratificar su decisión de ir por la reelección. Sí hubo un Jalil que lo planteó: fue Fernando, el hermano del gobernador y presidente de la minera YMAD, el que opinó que lo mejor sería un segundo mandato de la fórmula Jalil-Dusso para poder dar continuidad a todo lo planeado.

El propio vicegobernador Dusso también dio algunos indicios, en una cena con intendentes en la que juntó a la mayoría para proponer un segundo mandato de Jalil.

Pero Jalil aún no lo expresa, porque mantiene una ligera tensión con el actual intendente de la Capital, Gustavo Saadi, quien tampoco blanquea cuál es la candidatura que desea pero no niega ni silencia el pedido de sus dirigentes, que proponen que discuta por la gobernación. Así ocurrió en una mateada que organizaron “los vecinos” de la Capital para motorizar el operativo clamor por Saadi, algo a lo que el intendente respondió con sencillos agradecimientos. Es decir: de un lado, los que tienen la lapicera piden por Jalil, y del otro, los que tienen “a la gente”, piden por Saadi.

En febrero de este año, cuando le preguntaron cuáles serían sus intenciones, Jalil explicó que las candidaturas del Frente de Todos catamarqueño se iban a definir en abril, cuando tuvieran una charla él, el intendente Saadi y la senadora nacional Lucía Corpacci.

Esa charla no ocurrió o no tuvo los resultados esperados, porque terminó abril sin candidatos definidos en el Frente y mayo no comenzó con mucha paz interna, porque cuando el Partido Justicialista cerró su lista de unidad lo hizo sin el acompañamiento de Saadi.

Hay un acuerdo no escrito entre estos tres cabecillas del peronismo catamarqueño en torno a la sucesión en los mandatos. Corpacci dijo que no iría por una reelección indefinida y prometió dar un paso al costado al cumplir su segundo mandato. Lo hizo y bendijo a Jalil para llegar a ser gobernador en 2019, con la promesa de que este también cumpliría dos mandatos, daría un paso al costado y bendeciría a Saadi. Aún queda un mandato de Jalil para completar el circuito, pero al momento de cerrar la lista del PJ, Saadi notificó que no tiene intenciones de ser nuevamente candidato en la Capital y se levantaron las dudas en torno a la continuidad de ese pacto.

Esa tensión se tradujo en los respaldos públicos que los dirigentes peronistas expresaron durante toda la semana. Aún con el apoyo de intendentes, senadores y hasta sindicalistas, solo falta que Jalil defina: ¿será candidato por un segundo período? ¿En qué términos?

En declaraciones a la televisión nacional, el gobernador se mostró confiado en que el peronismo seguirá conduciendo el Ejecutivo. También tuvo un guiño del ministro del interior, Wado de Pedro, que vino a acompañar en la inauguración de un puente (al que iba a venir Alberto Fernández): “tiene hormigas, está todo el día gestionando, siempre con ideas”, dijo.

Quedan apenas 40 días para que el calendario obligue a las fuerzas políticas a dar a conocer sus precandidatos. Todo indica que recién allí Jalil y compañía sincerarán el discurso.