Se presentaron cinco alianzas para competir en las próximas elecciones y a última hora del próximo sábado se conocerán los nombres de los principales candidatos. Si bien algunos ya blanquearon las intenciones hace tiempo, especialmente los opositores, hoy el hermetismo gira en torno a las decisiones que vayan a tomar en el oficialismo desde sus tres actores protagónicos: aún no hay una definición de qué harán el gobernador Raúl Jalil, la senadora nacional Lucía Corpacci y el intendente de la Capital, Gustavo Saadi.
El otrora Frente de Todos, reconvertido en “Unión por la Patria”, en Catamarca se constituyó con 44 sellos entre partidos nacionales, provinciales, municipales, agrupaciones y partidos en formación.
Con el Partido Justicialista como columna vertebral, adhirieron además el Frente Grande, Partido Intransigente, Kolina, Unificación Populista, Movimiento de Acción Vecinal, Movimiento Auténtico Popular, FE, Tercera Posición, Unión Popular Federal, Solidario, Socialista, Nuevo Encuentro, Popular, UCEDE, Martín Fierro, Frente Renovador, 26 de Julio, De Integración Catamarqueña, Frente Chacarero, 27 de Marzo, Movimiento por la gente, Participación Plural, Renovador, Compromiso y Participación Andalgalense, Del Trabajo y la Equidad, Somos Capayán, Comunidad de los Valles, Frente Amplio, Nueva Opción Ciudadana, Compromiso y Gestión Tinogasta, De los Jubilados, Unión de los pueblos, de Integración Comunitaria, de Integración Andalgalense, Compromiso y Participación Andalgalá, Integración Comunitaria Saujil, Fuerza de los pueblos, PARTE, Partido de la Victoria, FORJA, Identidad, Agrupación Alicia Moreau y Los Irrompibles.
La importancia de nombrarlos a todos radica en que estos sellos tendrán su posibilidad de ocupar lugares en las listas, pero seguramente a pelear en una interna para cargos a concejales y eventualmente a intendentes de algunos municipios. Sin embargo, la decisión más importante ahora pasa por lo que defina el cónclave Jalil-Corpacci-Saadi.
El gobernador Jalil volvió a reiterar que la definición en torno a la posibilidad de ser reelecto la tendría para esta semana que ya concluyó. Es una decisión que todos dan por tomada, aunque el propio Jalil venga pateando la confirmación desde que se lo preguntaron en febrero, cuando prometió por primera vez que definiría su candidatura en abril: no lo ha dicho aún, pero ya todo el peronismo asume que irá por un segundo mandato. Solo resta saber cómo se completará el resto de la boleta azul.
Una de las últimas reuniones para definir el armado justicialista se dio en el predio de Casa de Gobierno. Allí estuvieron el gobernador, el vice Rubén Dusso y referentes de todos los sectores resolviendo detalles. De esa reunión, varios dirigentes salieron apoyando la reelección de la fórmula Jalil-Dusso y aunque aún no está todo definido, eso implica una decepción para los seguidores de dos dirigentes: los del intendente de Tinogasta, Sebastián Nóblega, que lo impulsaban a la vicegobernación; y los del propio Gustavo Saadi, que lo pedían para gobernador (hace un mes, Saadi les transmitió a Jalil y Corpacci que no tenía intenciones de seguir siendo intendente de la Capital, pero con el correr del tiempo esa negativa se fue diluyendo).
Además, resta conocer la opinión de la senadora Corpacci, quien debe decidir qué rol jugará este año. Si no forma parte de una fórmula presidencial, algo que alguna vez se rumoreó en sociedad con Sergio Massa pero que la propia Corpacci desmintió, sería la primera vez desde que el peronismo recuperó el poder en la que Jalil vaya a unas elecciones sin ella en las listas. En 2011 y 2015 fueron juntos, Corpacci como gobernadora y Jalil como intendente, y en 2019 con Jalil como gobernador y Corpacci como diputada nacional. Además, la figura de Corpacci estuvo en las boletas de 2021 con ella como senadora nacional.
Todas estas conversaciones ocurrieron mientras el oficialismo volvió a frustrar una sesión ordinaria de la Cámara de Diputados, acaso el único lugar donde la oposición puede hacer ruido. Lo habían hecho la semana pasada, cuando el interbloque de Juntos por el Cambio tenía lista una catarata de repudios al resultado del juicio político al fiscal Laureano Palacios, quien resultó absuelto por los votos del oficialismo, a pesar de las irregularidades que expuso el jury.
El impacto negativo de las críticas respecto del jury, sumado al tratamiento de otros temas incómodos para el oficialismo hacen obvia la necesidad de utilizar cualquier maniobra para evitar el debate en la Cámara: además tenían previsto tratar proyecto sobre la emergencia alimentaria, en un contexto nacional de inflación acumulada por encima del 40 por ciento en 2023; y un proyecto para repudiar el intento del kirchnerismo en el Congreso de la Nación por sancionar una ley que pretende nacionalizar el litio.
Este último, además, proyectó que expone las contradicciones entre el ahora Frente Unión por la Patria nacional y el provincial respecto del principal mineral que exporta la provincia.
Queda apenas un poco más de una semana para conocer la oferta.